Tipos de ética según sus ramas
La metaética, la ética normativa y la ética aplicada son tres ramas de la ética, según la clasificación expuesta por el filósofo J. Fieser. Estas ramas responden a diferentes objetivos y metodologías.
Metaética
La metaética se aboca al estudio del origen y el significado de los conceptos morales. Los límites del campo de estudio de la metaética no están claramente definidos, pues se propone una visión de conjunto de la disciplina. Así, puede abarcar temas muy amplios.
Los investigadores reconocen al menos dos grandes líneas de estudio de la metaética:
- Enfoques metafísicos: analiza si la noción de bien es objetiva o subjetiva, es decir, si el bien existe independientemente del ser humano o si es una invención cultural.
- Enfoques psicológicos: estudia las cuestiones psicológicas involucradas con la ética. Por ejemplo, el deseo de aprobación social, el miedo al castigo, el alcance de la felicidad, etc.
Ética normativa
La ética normativa estudia los valores morales a fin de construir estándares mínimos que orienten la conducta de las personas hacia el bien común.
Estos estándares pueden basarse en un principio único o pueden basarse en un conjunto de principios. Un ejemplo de principio único es la llamada "Regla de Oro": tratar a los demás como deseamos ser tratados (Fieser, consultado en 2020).
Se reconocen tres grandes líneas de investigación dentro de la ética normativa. A saber:
- Las teorías de la virtud: proponen cultivar la virtud como fin en sí mismo, por medio de los buenos hábitos del carácter.
- Las teorías del deber: llamadas también deontologías, se basan en principios obligatorios, como cumplir con las responsabilidades, independientemente de las consecuencias.
- Las teorías consecuencialistas: estudian la relación de las acciones con las consecuencias acarreadas, evaluando el coste-beneficio del proceder ético.
La ética secular y la ética religiosa responden en cierta medida a la ética normativa.
Ética aplicada
La ética aplicada estudia y aplica las cuestiones éticas a situaciones concretas. Para que pueda hablarse de ética aplicada, deben cumplirse dos condiciones: que se aborde una cuestión moral y que el tema sea controversial.
Como ejemplos de ética aplicada podemos mencionar los siguientes:
Ética profesional: se refiere al conjunto de principios y criterios que rigen las acciones de una persona en el ejercicio profesional. Estudia y anticipa escenarios de conflicto entre la moral del profesional y el cumplimiento del deber. Por ejemplo:
- Ética jurídica: orienta los principios que conducen la práctica del derecho. Algunos de sus temas son el secreto profesional, el derecho a la defensa, entre otros.
- Ética médica: estudia y determina cuáles son las acciones correctas que debe tomar un profesional de la salud frente a situaciones de conflicto entre la moral y el deber profesional.
- Ética de la ingeniería: se relaciona con el riesgo y la seguridad de los proyectos de ingeniería en cualquiera de sus áreas.